domingo, 30 de enero de 2011

TINIEBLAS


Monólogo teatral.
La luz opaca tiñe la puerta. Detrás está Aurora sujetando la fotografía, fuertemente, como el que lleva un gran peso.
Se abre el telón.

La muerte llegó en el peor de los momentos, cuando todavía seguía viva. Allí la vi aparecer, te lo dije y no me escuchaste. La vi con su característico andar, ente las sombras de una realidad que no existía.
Te dije que me cantaras esa canción por última vez. La voz se arrugó como un papel y se quebró en mi garganta. ¡Sabes!, me gustaría ser labio seco en cualquier boca muerta de palabras. Posiblemente te rías de escucharme, pero creo que no.
La muerte tiene sus ventajas, por ejemplo los árboles los veo mucho más grandes y más verdes. Ella me atrapó en el mejor de los sueños, te intenté avisar, pero no me escuchaste. ¡Tan egocentrista como siempre!.¡Maldita sea la muerte! Aquella tarde lo hablamos con los labios quebrados, ¿te acuerdas? No contestes por favor. A pesar de ello, seguías sin susurrarme esa canción. Cántala, cántala, y no mires a tu espalda.
Aquí estoy yo, la muerte ha dicho que te atrape.
¿Ves? ¿A qué desde aquí los árboles son más grandes y su verdor más intenso?


MARIA ESCRIBANO.
"De la obra teatral, La vida y sus mentiras"



viernes, 28 de enero de 2011

CREPÚSCULO DERROTADO

La mañana humilla su silueta
tras nubes pintadas de carmín.
No hay aurora que se vista de colores,
el día amaneció muerto,
jadeando.
Desaparecido el sentido
la luz que brota de la fuente,
aquel agua tíbia
que rompe la piel al tocarla.
No se puede tener miedo
el pavor solloza,
las tardes pierden sus letras.
Detrás de la ventana
piden clemencia,
las yemas tocan el tiempo,
el mundo se atraganta,
la noche guarda silencio.
Crepúsculo
detorrato por la mañana.


Raquel Viejobueno Rodríguez.
"Desde un bosque en las nubes..." Año 2010.

domingo, 23 de enero de 2011

LLANTOS

Aquellas noches que nada pudieron cambiar,
se enfangaron en el recuerdo.
Arenas movedizas socorriendo mi cuerpo,
enlutado.
Nada queda ya.
El día trae consigo pasillos de discordias.
Llantos.
Los cerezos volverán a florecer,
las nubes correrán entre los cielos,
el niño volverá a caerse; se levantará.
Entre mis dedos guardo el momento,
el adiós.
Palabras flotando sobre cristales iluminados,
al fondo; pasen, el tiempo pide tiempo.
Todos esperan las bandejas de lágrimas,
esperan ser mejores que nadie.
El silencio nada oye, se vuelve inmoral.
Todos danzan al son del dolor y la paradoja.
Nadie queda  ya.
Aquellas noches que pensé serían claras,
se tornan cansadas.

Raquel Viejobueno Rodríguez.
“Mamotreto de viajes” Año 2010.

martes, 18 de enero de 2011

DORMIR


Dormir en un lecho de espigas,
sábanas transparentes con rayos nacarados.
La mañana está muerta.
Airosa.
Sus ventanales de perfumes abren caminos.
El sueño envejecido nunca llega,
un sonido lento de violín,
anida en los huecos del alma.
Cerrar los ojos no es todo,
el pensamiento flota solitario.
Hay sed de amaneceres,
salados los momentos en la ribera
de la duda.
Arboleda de oscuros muñecos
que hicisteis pedazos mi mirada.
Monigotes estropeados
en un sin fin de formas.
Dormir y no volver.

RAQUEL VIEJOBUENO RODRÍGUEZ.
“MAMOTRETO DE VIAJES”

viernes, 14 de enero de 2011

NO VOLVER A MIRAR

Lejos del paraíso,
jugué a ser alguien.
La soledad consumió mis víveres,
muerta de hambre
anduve sujeta a tu mirada.
Nunca quise volver la cabeza,
fui como Orfeo,
caminé por huellas ya marcadas.
Cansada de dibujar lloros,
me bañé con lágrimas
negras, espesas.
Ahora regreso de aquel lugar,
con sabor a incienso,
pesado como mi miedo.
Me ahogo entre los bocetos de mi sombra.
No volveré la mirada.
No.
Jamás.

RAQUEL VIEJOBUENO RODRÍGUEZ.
“Mamotreto de viajes”  2010

martes, 11 de enero de 2011

EL ENCUENTRO


Encendí la luz. Sentada en la silla la pude oír. Apoyé de nuevo la cabeza en el cojín. La seguía oyendo. De pequeña me dijeron que a veces me alegraría de oírla, otras de verla, que otras tantas me haría daño y me encogería la mirada. También me dijeron que tuviera cuidado con su atuendo, que en ocasiones me engañaría con su presencia y me haría ver una cosa, cuando  pudiera ser otra.
Que la mirase siempre a la cara, que  nunca me diese la vuelta he intentase huir de ella. Que intentara entenderla y cobijarla, que la dejara un hueco en mi mente y en mi alma.
Levante la cabeza y miré. Allí estaba la seguía oyendo. Seguía sola en el aire, navegando a la deriva del capricho, a merced de cada uno de nosotros. Allí, pobre, taciturna, con una pincelada de zozobra, dejando la locura a un lado. Allí desnuda me encontré con la palabra.


Raquel Viejobueno Rodríguez

sábado, 8 de enero de 2011

DEL POEMARIO BUCÓLICA POLUCIÓN. TU CENSURA


Es tóxico el habitad donde desfallezco
esta censura y enmudecer.
Aquí en mi inútil asfixia
contradictorio deleita, el abrigo.
Untándome de intriga que extingue
los orines absurdos de la arpía.
La áspera escena del sopor estropeado
la burla, en pedazos.
Tu ritual
la pulcritud de tus huellas de humo.
El rabo macerado del enigma
umbral de tu plegaria
magullada en mi tóxico
me intrigó
tú censura.
   

Erika Meier. (Lima – Perú)
Artista plástica, primera publicación
Contra el hilo de tu materia, por Tranvías Editores.




viernes, 7 de enero de 2011

MUSA PERFECTA DEL JARDÍN DEL CELTA

¿Por qué lloras poesía sin nacer? dijo el poeta
Soy tu musa perdida en este otoño Cantábrico
extraviada en las montañas
me llama el silencio bosque y
los vientos boreales escarcharan mi canto de sirena
en la noche oscura.
Soy ausencia de presencia!! Dijo el poeta
Pero tu pluma mengua la inspiración del poema
Siento la nieve blanca cubriendo todo
Ven te abrigo musa en mis ansias por verte otra vez, dijo el poeta
Era yo tu potente y brillante Luz del sur
Lo eres, dijo el poeta
Era yo tu musa tu poesía viva?! Antes de esta inerte azulina
Sos el faro de Santander que ilumina los rincones de mi espíritu
mil perdones por mi ausencia, dijo el poeta!
A su musa imperfecta, mujer amante enamorada.

María Noemí Domínguez
BUENOS AIRES (ARGENTINA)

jueves, 6 de enero de 2011

REFLEJOS

Llevo años caminando y sé que alguien me sigue. Me escondo en los rincones más angostos. Cada vez que intento salir, allí está. Sé que no estoy sola. La luz del Sol me ciega y no me deja ver. Por el rabillo del ojo, entre lágrimas y esfuerzos consigo verla. Soy yo misma. Allí  estoy en penumbra. Mi sombra y yo, frente al mundo. Que pequeña me siento, y pienso. ¡Qué  pequeño es el horizonte que mi mirada coge en él! 
"LOS ADOQUINES DEL PRADO" 1999
Raquel Viejobueno Rodríguez

DEBAJO DE LAS HOJAS VERDES.

VÍSPERAS DE REYES

VÍSPERAS DE REYES

Mi niña traviesa

carita redonda con pecas caprichosas,

Ojos brillantes azabaches curiosos

Y esa sonrisa de aleli que pueblan mi alma

Manos pequeñas

Que buscan mis manos

En el ritual,

Agüita fresca de manantial

Pasto bien tierno de la pradera

Para los camellos cansados de tanto viaje

Vendrán? preguntas una y otra vez

Inquieta nerviosa

Entre mis brazos serenos calmo tu ansia

Si respondo una y mil veces

Vendrán mi niña

Gaspar, con su incienso de amor

Melchor con mirra de luz

Baltazar con su oro trae a Dios

Y sigue el ritual

Zapatitos de charol,

En la ventana de los sueños

Y tu carta de letras redondas inseguras

Que aún recuerdo

Tú espera vencida por el sueño

y tu de asombro al despertar.

No por los regalos sino por la mágica visita

En tu cuarto y la carta que no esta

Mi niña dulces sueños

Te tomo entre mis manos

Es víspera de Reyes

Sea el ritual un sueño hoy

Como ayer

Mujer de cabellos de caracolas

Mirada a veces triste

De alma apasionada

Enciende la luz tenue de nostalgia y

Pon tus zapatos de tacón

tu carta

un pedido

y te respondo con un guiño de lucero.

Sonrie siempre.
                                                                                                  María Noemí Domínguez
                                                                                                   Buenos Aires
                                                                                                   (Argentina)

                                                                                               

miércoles, 5 de enero de 2011

LOS HIJOS


Son porque somos. Áncoras que nos ligan a la vida. Decimos que son nuestros; que error querer poseer lo que son los anhelos de la vida misma. Pero cuidado, que nos observan, no los sermonees; no te entenderán, sólo siembra semillas de ejemplo en sus corazones, de rosas de Amor, orquídeas de comprensión, tulipanes de esperanzas, lirios de aceptación, robles de determinación… Deja que se alejen, que el aroma vaya impregnando el mundo y, que del polen de sus actos surjan nuevos jardines… Sólo observa y espera, espera, ¿cuánto hay que esperar?, ¿cuánto…?

Juan Luis Bulnes de la Calle.

JULIA

Espeso es el recuerdo
cuando camina sin ser.
Más allá de la palabra está  la desnudez.
Los atardeceres
cobijan llantos enlutados,
ya no hay nada,
cuando pienso en tu muerte.
Al otro lado del papel
se encuentra la lejanía.
El calor helado de tu mirada
huele a vacío.
Fuiste mi compañera, mi amiga durante años,
caminando desiertos de dificultades,
mares de alegrías,
llantos de cielo
y sueños de noches.
Sólo me queda  ir recogiendo
las huellas de esos tiempos
para dibujarlas en un marco
y observarlo en mis soledades.
“Para Julia”
Raquel Viejobueno Rodríguez. 2010