martes, 18 de enero de 2011

DORMIR


Dormir en un lecho de espigas,
sábanas transparentes con rayos nacarados.
La mañana está muerta.
Airosa.
Sus ventanales de perfumes abren caminos.
El sueño envejecido nunca llega,
un sonido lento de violín,
anida en los huecos del alma.
Cerrar los ojos no es todo,
el pensamiento flota solitario.
Hay sed de amaneceres,
salados los momentos en la ribera
de la duda.
Arboleda de oscuros muñecos
que hicisteis pedazos mi mirada.
Monigotes estropeados
en un sin fin de formas.
Dormir y no volver.

RAQUEL VIEJOBUENO RODRÍGUEZ.
“MAMOTRETO DE VIAJES”