domingo, 29 de enero de 2012

A LA ORILLA...

A la orilla del agua, la piedra,
 es una mano que reclama
su adelgazada sombra.

Un pensamiento blanco
 trepa hasta el junco sometido
 y la luz, densa, junto a nosotros,
 abre el ojo del pájaro.

También la herida de febrero
 puebla el pie azul de la barca.

 Leche tibia sobre la córnea
y la voluntad de seguir siendo
piedra.

 Una distracción tan solo.

 (Un libro, una tiniebla ocupando la calle,
 una postal antigua, el sello de la lluvia
 en los cristales, la noche que llega
 con su sed de muerto,
los violines que dejan el pan sin confesiones).

 Vivir consumiendo el dolor que se repite.

 Apenas una luz que ya no reconoces.



Concha Nieto de "Mudo es el tiempo" Ediciones Pastora.