miércoles, 21 de septiembre de 2011

PENSAMIENTOS DE UN PASEANTE

Todo va pasando; y gozando lo contemplo.
El camino me llama.
Cada instante se acaba en su comienzo.
Mientras las fuerzas no se agoten seguiremos terminado y empezando.
Me digo: caminante; son tus pisadas las que van formando el sendero,
que detrás va quedando.
Voy navegando por parajes perdidos,
esclavo de recuerdos,
soñando con encuentros,
disfrutando del presente;
que es lo que tengo.
Llega un nuevo día,
atrás queda el descanso.
Empieza la lucha,
donde la derrota está asegurada,
tras la victoria de la jornada acabada.
Empieza un nuevo día,
con energías renovadas,
dando lugar a esperanzas,
que pintan nuevos horizontes,
con caminos que descubrir.
Miras al frente y no percibes el final.
En el caminar callado y solitario,
veredas de vivencias y emociones,
van dejando huellas en nuestros corazones.
Contemplo bellos paisajes,
donde las penas se calman y encuentran consuelo,
cuando la naturaleza es testigo de nuestros pasos,
hablándonos y escuchándonos.
Brisas que nos acarician;
aliviando nuestras penas en nuestro transitar.
Hojas que danzan al son de nuestro pasear.
Hay nobles caminantes que se paran a contemplar,
después del largo recorrido,
en el temor del final.
Al terminar me doy cuenta
que la recompensa no está en el acabar;
sino en nuestras experiencias en el recorrido,
que es el mayor regalo a la hora de descansar.
Llega el final, para que tenga lugar un nuevo comenzar.
Le decía a una amiga: “no es posible que tan pronto se acabe;
vamos a continuar”.
Atrapados en medio de tanta belleza,
andamos y andamos sin parar.
Olvidándonos de horas y distancias,
hasta que la cordura nos hizo reaccionar:
que lo recorrido es demasiado,
que todo tiene un final,
que hay amigos que esperan
y no se les puede perjudicar.
Perdonar nuestros despistes,
por nuestro embelesamiento al transitar.


  Juan Luis Bulnes de la Calle.