viernes, 9 de diciembre de 2011

ANADOLU


El fraseo del mar sobre los ojos,
lo que nos dijimos,
el interior de las manzanas,
el aire con su rostro de pastelillo dulce,
el aire y su visión del mundo,
la seducción de lo extraño,
el trato amable de una sombra,
el definitivo silencio balbuceando mi nombre.
La desposesión del tiempo,
los pies amando el frío de las algas.
La desposesión del tiempo.
Los objetos mudos, aquella nube,
las paredes blanqueadas,
la luz de sus antiguos dioses,
el primitivo telar retomando las horas,
las horas sobre la mesa,
las horas para las manos nítidas,
las horas como playas extraviadas.
La desposesión del tiempo.
La memoria serena.
La desposesión de la memoria.



Concha González Nieto