lunes, 19 de marzo de 2012

LAS ESCRITORAS DEL NOVECIENTOS


Ubiquémonos en el siglo XIX, donde la lista de escritoras es larguísima. Antes de llegar hasta aquí, no puedo dejar de mencionar autores que en el siglo XIX las protagonistas de sus novelas eran mujeres  dulces, sumisas y honestas, siempre en su hogar. Fíjense, talentos, como Sthendal, Flauber, Balzac, Tolstoi, y hasta la misma Emily Bronte en “Cumbres borrascosas”, establecen una personaje, que muy lejos de la realidad, lo toman como molde de sus vidas, creyéndose que hablan de la mujer, como identidad conocida, y no se dan cuenta que desconocen sus propios personajes, y tiemblan las afirmaciones  de lo femenino. Muy lejos de los personajes novelescos, o de la silueta brillante que los poetas, dentro de la poesía de amor, enmarcan a la mujer, está la realidad dentro de la ficción de no poder ser  ni siquiera creada con base a la verdad. La mujer ha sido, durante años, parte de los rincones de la no inteligente mente masculina, donde lo único que se hallaba era la necesidad de dominación y el abuso de poder.

Todo ser humano, como individuo, lleva intrínseco la capacidad de superación, la mujer, acoge entre sus manos la literatura como forma de escape, de protesta. Crea lugares donde simbólicamente es entendida por aquel, que la Natura le otorgó como compañero. La literatura, como todas las artes, camina cogida de la mano a los cambios, sociales, políticos y económicos de un país. Es curioso y terriblemente injusto encontrarse que el sufragio femenino se consiguió a últimos del siglo XIX, en países como Isla de Man, y que la mayoría de ellas, tanto europeos como hispanoamericanos se realizan a lo largo del siglo XX, llegando a aprobarse en países como Kuwait en el año 2005, o Baréin en el año 2002.

¿Dónde está el error de la mujer? No existe, el único error es pensar que la fémina no podría levantarse de aquella lapidación moral y ética. Aún, hoy en día, es necesario que muchos despierten de su ignorancia y observen a la mujer como lo que es; capaz y persona.

Tenía que transcurrir muchos años, incluso pasada la posguerra española, como en el caso de España, para que la mujer goce de una visión de futuro.

Ese es otro camino, otra vereda que nos arrojará más luz sobre la intolerancia del hombre.



Raquel Viejobueno Rodríguez.


FIGURA INVISIBLE: LA MUJER


Nuestra silueta femenina ha estado presente desde hace siglos, en teoría gozaba de una libertad estúpida y fingida, ya que los hechos y realidades mostraban todo lo contrario. Una imagen prácticamente de esclava, esbozaba a una mujer no real. Todo aquello que no fuera relacionado con el hogar, la maternidad o las tareas domésticas, lo tenían vedado. Importante esta situación, para posteriormente establecer vínculos con los mundo simbólicos en la literatura escrita por mujeres.

Se llegó a afirmar de ellas, que eran incapaces de manejarse a sí mimas, por tener una naturaleza peligrosa y una inteligencia inferior. Este pensamiento estaba tan arraigado en Occidente, que comenzaron a luchar por derechos tan elementales como era leer y escribir, ya que era un privilegio concedido sólo a mujeres pertenecientes a la nobleza y la burguesía, o aquellas que gozaban de tener un padre con criterios flexibles respecto a su condición de mujer.

Un primer registro de la mujer en la literatura fue en Alemania, en el año 932, su nombre Roswitha. Religiosa, la cual dejó tres obras: dramas, poemas históricos y leyendas, todas ellas eran una exaltación de su fe y castidad.

Continuemos caminando por el tiempo.

Margarita de Angulema, reina de Navarra (1492-1549) Escribió “El Heptamerón”, relatos morales y galantes, los compuso para escapar de los malos tratos de su esposo. Fue una dama muy culta e inteligente.

Hasta mediados del XIX los autores condenaban  todo tipo de amor que no tuviera en los límites del hogar, citemos dos grandes novelas Ana Karenina y Madame Bovary.

Difícil para la mujer demostrar su inteligencia y valía, estando en la fosa donde  la pusieron desde sus inicios.

Continuemos…

Raquel Viejobueno Rodríguez

DESPERTAR ENTRE ALCOBAS

En estos próximos días, hasta el 31 de marzo, donde podremos encontrarnos en la presentación oficial de “Despertar entre alcobas” y con las autoras que lo componen, Un Café con Literatos desea rendir homenaje a la literatura escrita por mujeres. 
Se irán presentando gradualmente estos estudios, quienes estén interesados en ampliar sus conocimientos, o encontrar alguno de los poemas que se irán desplegando en este muro, puede ponerse en contacto con el Café. 
Comencemos pues, un camino que muchos no lo saben, pero es infinitamente hermoso y humano. No hay mejor manera que hacerlo con esta fotografía, símbolo de la creación, inquietud, e inteligencia de la mujer a la largo de su camino.

Raquel Viejobueno Rodríguez.