viernes, 25 de noviembre de 2011

AL BORDE DE MI SILLUETA


La aguja se detuvo…

Tic tac llegando a mi mente con sonidos siderales y
un eco que pronunciaba mi nombre
desde siniestras oquedades
no logro recordar
mi salto al vacío.
Sudor, angustia,
tiempo humeante, olor a leños ardiendo...
Soy una lámpara sin luz y
mi figura ya no es...
Soledad…
Ciudad sin nombre, ausencia de calles,
destellos moribundos en la noche.
El pelo cubre mi rostro bajo aquella farola,
yo misma ilumino mi sombra.



Raquel Viejobueno