miércoles, 5 de enero de 2011

LOS HIJOS


Son porque somos. Áncoras que nos ligan a la vida. Decimos que son nuestros; que error querer poseer lo que son los anhelos de la vida misma. Pero cuidado, que nos observan, no los sermonees; no te entenderán, sólo siembra semillas de ejemplo en sus corazones, de rosas de Amor, orquídeas de comprensión, tulipanes de esperanzas, lirios de aceptación, robles de determinación… Deja que se alejen, que el aroma vaya impregnando el mundo y, que del polen de sus actos surjan nuevos jardines… Sólo observa y espera, espera, ¿cuánto hay que esperar?, ¿cuánto…?

Juan Luis Bulnes de la Calle.

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