Lloró por abrigarse con su cuero,
ingrato, le dio lo mejor.
Hizo un pastel de cicuta.
Olvídalo y recoge
las cáscaras de ignorancia.
Disfruta de la dicha
de verse aislado en el olvido,
aunque sea fácil
domar sus iras.
Regresará a su piel
para levarse el alma.
Los días mascullaran silencios.
Callan y gozan,
mientras sean uno.
RAQUEL VIEJOBUENO RODRÍGUEZ.
“MAMOTRETO DE VIAJES” 2010.
Estoy de acuerdo con lo dicho por Diego, pero debo
ResponderEliminardecir que al parecer hay una especie de apresuramiento por darle término al poema. Eso me
parece notar y pienso que debe ir con calma, sin
presiones. Estoy cierto que ganará mucho más su
poesía que ya comienza a iluminar los rincones...
Sergio Galaz Naranjo