sábado, 25 de febrero de 2012

GLOSAS



I

¡Ay!, esa casa de madera que hizo mi abuelo gallego con pino y roble

resiste tempestades como si la naturaleza respetara su habitad.

Ahí está, con la mata de croto sembrada en el jardín por el padre del abuelo,

ahí está, con sus rejas bizantinas, con su sala llena de libros de grandes poetas,

con sus cuartos donde duermen familias de fantasmas, con sus escaparates llenos

de señales de vidas pasadas, ahí está esa casa, de ahí, salí a la vida.



II

He perdido la cuenta de cuántos perros te habitaron,

de cuántos ladridos escuché en mis oídos de infante,

de cuántas garrapatas aplasté con mis zapatos colegiales,

de cuántas veces lloré en mi escondite secreto,

de cuántas hormigas conté caminando por el tronco de la mata de ciruelas,

he perdido la cuenta, pero aún, cuento mis sueños.



III

Ese estanque que hizo mi hermano para los patos del patio

donde nos bañábamos con nuestros amigos del barrio,

donde los perros tomaban agua y se zambullían,

donde desnudos el sol vestía nuestra piel,

¡como recuerdo esa natural piscina cubierta de hojas secas!


Parte de las Glosas de Beatriz Celina Gutiérrez Gómez.  Ediciones Pastora
Presentación en La Habana el 18 de febrero de 2012, en el Centro Dulce María Loynaz







jueves, 9 de febrero de 2012

VEN A POR MÍ...


Has apuntado a matarme. Pensante que la mentira era mi vestido. No te diste cuenta que venía desnuda, con las manos limpias, sólo la mancha de la tinta, únicamente los campos de amapolas. Riesgos en el corazón, señora de nadie, mujer de ciegos, espantapájaros de muchos. Has dejado de navegar en aquel río de maravillas, el espejo del agua no reflejó tu rostro. ¿Dónde estará el sueño que sembré? ¿Y la verdad?

Soñé que me vestías, que acunabas mis antojos en tus huellas. ¡Ah! No tengo territorio para sembrar mis semillas, me quedaré esperando a que el Sol queme mi piel y desaparezca…



Raquel Viejobueno Rodríguez.