Lloré lo que perdí, porque lo perdí llorando,
y mientras lloraba dejaba atrás el llanto
que más me hizo sufrir.
Tu amor.
Perdí lo que sabía que ya estaba perdido,
y perdiéndolo todo
me dejé perder en el abismo
de tus brazos otra vez más,
hasta que no fui capaz de encontrar lo perdido
y la perdición me llevó a llorar lo que sabía
que no podía encontrar.
Tu amor.
Y volví a llorar otra vez,
y me encontré sola,
tan sola como perdida.
RAQUEL VIEJOBUENO RODRÍGUEZ.
“Libro de los Insabores.” 1994
Es curioso, pero en todo lo que dices, tienes mucha razón. Partiendo de la base de que yo no soy poeta, ni creo que lo sea nunca, me salió tremendamente regular.
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