Un Café con Literatos agradece la paricipación elevada, y la confianza depositada en el Premio Intenacional de Poesía 2013. Felicitamos a todos los autores por sus creaciones y su amor a la poesía, y les deseamos suerte a los 20 finalistas que optan a los Premios.
En 1992 nace la Duquesa, mujer misteriosa y criticada por vivir en un caserón y hablar con el viento. Es uno de mis cuentos más nostálgicos. Mujer que vagaba entre los vocablos barrocos, allí encontró su epitafio. Después de dieciocho años, la rescato del recuerdo para ponerla frente al espejo.
Las Pasiones de la Duquesa nace para crear un lugar donde hablar de los textos que cada uno deseé compartir y enviar. Aquí en este caserón repleto os espero.
Raquel Viejobueno Rodríguez
martes, 26 de marzo de 2013
martes, 12 de marzo de 2013
"A la Duquesa apasionada" por Jesús García Moreno
A la Duquesa Apasionada
Envuelto... en la luz de este atardecer que ronronea como un gato.
Navegando entre la línea que separa la lluvia de mi sombra.
Sin una gota que moje mis labios,
resecos…
por la sal de las lágrimas.
Deja que te llame por tu nombre…
Para que su luz teñida de añoranza
me secuestre
a las puertas de esta la indolente oscuridad.
Oscuridad que vencerá mi vigilia
y envuelta en un sopor ardiente
me conducirá, a su voluntad,
por un mar arbolado,
repleto de renuncias, reproches y estelas divergentes.
No, no me lo prohíbas.
Permíteme paladear las sílabas de tu nombre.
Que me sirva de ancla.
Que me fije a la rada.
O que, naufrago, en la tormenta,
deposite mi cuerpo sobre la arena,
bajo infinitos cielos de trémulas luces.
Déjame decir tu verdadero nombre...
tu nombre...
No…, no te alejes…
Jesús García Moreno
Marzo 2013
Envuelto... en la luz de este atardecer que ronronea como un gato.
Navegando entre la línea que separa la lluvia de mi sombra.
Sin una gota que moje mis labios,
resecos…
por la sal de las lágrimas.
Deja que te llame por tu nombre…
Para que su luz teñida de añoranza
me secuestre
a las puertas de esta la indolente oscuridad.
Oscuridad que vencerá mi vigilia
y envuelta en un sopor ardiente
me conducirá, a su voluntad,
por un mar arbolado,
repleto de renuncias, reproches y estelas divergentes.
No, no me lo prohíbas.
Permíteme paladear las sílabas de tu nombre.
Que me sirva de ancla.
Que me fije a la rada.
O que, naufrago, en la tormenta,
deposite mi cuerpo sobre la arena,
bajo infinitos cielos de trémulas luces.
Déjame decir tu verdadero nombre...
tu nombre...
No…, no te alejes…
Jesús García Moreno
Marzo 2013
viernes, 8 de marzo de 2013
"Retrato de mujer" por Raquel Viejobueno
Tuve que pasear por mil calles distintas para que se fijaran
en mí. Me convertí en discípula, en buena hija, también en la mejor estudiante,
la perfecta hermana, la obediente mujer. Los años consumían mi ropaje y me
transformé en la amante perfecta, la madre modelo, la esposa ejemplar, tuve
tiempo para leer, planchar, cocinar, comprar, fregar, recoger, ordenar, educar
a mis hijos, subsanar los caprichos de mi marido, amar, obedecer, entregar. Me
sobró tiempo para remendar, escuchar, atender, comprender, acoger, conducir,
estudiar, suspender, emprender, y hoy que camino por la calle leo con sorpresa
un cartel que expresa “día de la mujer trabajadora”, entristecí porque ese día
no era para mí. No tuve tiempo de trabajar.
Para abuelas, madres,
hijas, hermanas, tías, compañeras, amigas, maestras, doctoras, jardineras,
técnicas, panaderas, empresarias, fotógrafas, estudiantes, administrativas,
prostitutas, alfareras, aprendizas,
poetisas, escritoras, bibliotecarias, carpinteras, escribanas, escultoras,
filósofas, flautistas, guerreras, planchadoras… etc, por todas las heroínas.
"Mujer Resiste" por Marianela Puebla
has dado el paso
decidido,
la primera mirada combativa, el grito
que dormía la placidez de los siglos,
la llamarada en la antorcha de la vida.
Contra las vicisitudes odiosas, resiste, llevas en ti
la voz ahogada que te impulsa a seguir caminos tortuosos,
llenos de pesares y dolores.
Pero tú estás hecha de coraje, junto a ti
corre un río caudaloso de fuerza que recorre
tu cuerpo, hecho de fibra extraordinaria
para resistir los embates de la incertidumbre.
Tú eres luz, fuego, la fuerza motora que impulsa
a tus hijos a seguir hacia delante,
a no desfallecer ante situaciones adversas
que les empujan con
una carga a cuestas
difícil de sobrellevar.
Resiste, tu corazón está hecho de granito
endurecido por los azotes del destino,
aunque flaqueen tus piernas a punto de derribarte,
sacas arrojo más allá del dolor
y continúas en la batalla.
Te declaras adicta a
la lucha,
a combatir la nebulosa del temor, el miedo ancestral
que circula en tu sangre.
Resiste, resiste,
eres mujer, eres más que un ser humano
convertido en lágrimas.
Llevas en ti la marca de los tiempos
que te han heredado el coraje,
como símbolo de tu karma.
Sostienen tus brazos el peso de la historia,
derramada en miles de hijos
que salen de tu
fecundo y amoroso vientre.
Sensible y protectora madre,
lo das todo sin importar la estatura.
Debes seguir resistiendo con fuerza de gigante,
pues la grandeza
que posees, no sólo cobija a tus
hijos,
también abarca la ilusión del planeta.
Marianela Puebla
sábado, 2 de marzo de 2013
"Perfil de un mentiroso" Raquel Viejobueno
Miren detenidamente a la pobreza que reposa sobre la barba, sobre la pantomima del que se cree que sobre su mano está la tierra arrodillada. Eres hijo de la generosidad de centenares de mujeres, que se han sentido calmadas a saber que te sentías feliz creyéndote superior. Pobre miserable de ojos ciegos y caretas de llantos. Recaes en la barbarie dominante cuando no eres capaz de sostenerte en pie. Así es el hombre que escribe a una jauría de sedientos espíritus. Así es el que camina encorvado, llevando sobre sus hombros una culpa que le come la conciencia. Eres un conjunto difuso de recuerdos, un libro mal avenido en una estantería repleta de polvo, que lo único que desea es ver al prójimo reverenciándose ante tus huesos carcomidos por la edad.
Infeliz de días de hambre, pantomima de una vida que nunca has vivido, más que en la soledad de tus errores.
Así eres, y así terminarán tus últimos días. Sí, a ti, al que todo lo crees, y vives en la orilla de una choza, al otro lado del mundo.
Infeliz de días de hambre, pantomima de una vida que nunca has vivido, más que en la soledad de tus errores.
Así eres, y así terminarán tus últimos días. Sí, a ti, al que todo lo crees, y vives en la orilla de una choza, al otro lado del mundo.
Flamas en un catorce de febrero
El viento sopla endemoniado la lengua ardiente
y la esparce como semilla enfurecida por cimas y laderas abajo.
Flamas en libertad cruzan la carretera Santos Ossa,
los cerros de Valparaíso impotentes, arden en un festival no programado
con bocanadas de espeso y negro humo,
volutas que tiñen el horizonte con pinceladas de miseria y ruina.
Un llanto verde y desgarrador pide auxilio,
prendido como antorcha ilumina su desgracia y se desploma
sin poder abrir sus alas.
Es un panorama desolador, el siroco no entiende de ruegos,
el sube y baja las flamas, prende casas y espanta al vecindario
que lucha por llevar una gota de agua.
No se detiene, toma un giro y salta de cerro en cerro dejando
latas retorcidas y un cúmulo de escombros, que se debaten entre las llamas.
Hay clamor mudo que vaga las calles infernales
bajo la paranoia del viento que, se arremolina y se lanza en picada,
cae con sórdida crudeza sobre hogares y verde natura.
San Roque, El Pajonal, Rodelillo y Los Placeres, son víctimas del infortunio,
de la negligencia de algunos, que dejan 284 casas destruidas,
mil doscientas personas sin hogar, sueños truncados,
años de arduo trabajo por construir un futuro que ahora yace
bajo las fauces de las flamas en un puñado de polvo.
Los bomberos no dan abasto, luchan con increíble coraje
por llevar un trago de agua y apaciguar el infierno,
todos juntos a los carabineros y helicópteros
socorren a las familias y mascotas, en un esfuerzo supremo.
Y cuando cae la tarde, y el cielo se puebla de lágrimas del cosmos,
la lucha acaba, las flamas han sido calmadas,
la desolación habita el corazón del hombre y la mujer
que lo han perdido todo,
todo en un catorce de febrero, día del amor y la amistad,
que se convierte espontáneamente en un atardecer solidario.
Marianela Puebla
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